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Peña Sevillista de Arcos de la Frontera

UN DERBY MÁS Y UN PUNTO QUE SIRVE PARA LA PERMANENCIA.

UN DERBY MÁS Y UN PUNTO QUE SIRVE PARA LA PERMANENCIA.

Se nos pasó el derbi, último de la temporada en un abrir y cerrar de ojos; y la verdad es que pasará  a la historia sin pena ni gloria. Entre un Sevilla que no tiene mimbres arriba (más aún con la lesión de Isaac), y un Betis que fue un quiero y no puedo; el derbi acabo con un justo empate a uno.

Como siempre hubo sobre el césped, garra, tensión y polémicas, con dos penaltis pitados que en honor a la verdad hay que decir que ninguno lo fue, eso sí al menos el segundo; por caricia innecesaria de Bade a Isco fue corregido por el denostado VAR. Falto la misma valentía para llamar a consultas tras el primero por manos, pegadas al cuerpo de Lukebakio,  y que supuso el 1-0 y a la postre único gol de los verdiblancos.

El Sevilla entro bien al partido, con presión  arriba y una defensa férrea que controlaba los envíos y desmarques de la delantera bética. Pero la lesión de Isaac Romero, lo cambio todo. Es tremenda la implicación del canterano y el trabajo contagioso que genera en los partidos. Su incidencia en el juego de los de Nervión es incuestionable, y su marcha supuso, volver a ver el Sevilla inoperante y por momentos apático de los últimos años. Eso sí, con una gran mejoría en tareas defensivas. Nuevamente el balón parado y el juego aéreo nos facilitó el trabajo arriba, el recién entrado al campo Kike salas remataba a placer un córner entre una maraña de jugadores, 1-1 y tiempo para reforzar los planteamientos,  y verlas venir del equipo de Pelegrini que se mostraba indeciso arriba y nervioso atrás; aunque mantenía la posesión y salvo algunas jugadas de peligro el marcador ya no se movería. Un suma y sigue en derbis para mantener invictos al Sevilla a pesar de la estar en sus peores momentos de los últimos 20 años. A modo de apunte, es ofensivo ver a Sumaré, Agonei y Lukebakio en el campo, sin tener apenas influencia en el juego, con este plantel no vamos a ninguna parte.

Eso si, se observa que la parroquia sevillista o muchos de ellos, salierón contentos con el resultado. Este hace unos años era impensable, y habla mucho del cambio de mentalidad en la afición; donde la ambición y el ansia de victoria, ha dado paso a un cierto conformismo y a esa mentalidad localista de epocas pasadas.

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